Buenas tardes, así es buenas
tardes digo, porque precisamente a esta hora es cuando comienzo a escribir
estas líneas, confieso que tarde varios minutos en tratar de formar una idea
coherente de tantas que traigo dando por mi cabeza, eso aunado al coraje e impotencia
que en este momento siento, no son buena combinación para mí y para nadie.
Los sucesos son los siguientes,
estamos viviendo una época electoral muy intensa, siempre un poco más que los 6
años anteriores, y dentro de toda la parafernalia mercadológica que nos
bombardea tanto radio, como en tv, en nuestras calles al ir al trabajo y en
cada crucero de nuestras ciudades y estados, se vive una lucha por NUESTRA
ATENCIÓN, que al fin y al cabo será quien les dé a nuestros políticos, lo que
tanto anhelan, el PODER.
Y vaya que todas estrategias
sirven, de que captan nuestra atención positiva o negativamente, LO HACEN, tan
cierto es mi comentario, que se nos
olvida el estado de guerra en el que nos encontramos como país y sociedad, ése
donde sin importar el bando (buenos y malos) cada vez es más común encontrar
que padres, hermanos, hijos, hijas, etc., ya no regresan a su familia, por la
simple y sencilla razón de que ya no están.
Todas estas palabras que en este momento
escribo salen de una mezcla de temor y preocupación total, de saber a dónde iremos a parar, el día de
hoy una persona a quien quiero mucho, sufre un ataque a su integridad como
persona y toda su familia también, uno cree que estas cosas sólo salen en los
noticieros, y que jamás te va a pasar, pero el día que ocurre, te sientes tan
indefenso y desorientado que no sabes qué demonios hacer.
Y sin quererlo comienzas a
cuestionarte, que hubieras hecho tú en la misma situación, y el resultado es el
mismo, la misma respuesta: NO LO SÉ, con tantos movimientos políticos,
apartidistas, terroristas, de narcotráfico, económicos, tal parece que a uno lo
meten en una lavadora a dar vueltas, y sales sin saber cuál rumbo tomar.
Respiro tan profundo entre cada
párrafo que escribo para tratar de encontrar calma, en el zafarrancho interior
que tengo en este momento, y es que uno como ciudadano, que trabaja todos los
días, paga impuestos, trata de estar en mejora continua, por lo menos en mi
opinión muy personal, da vueltas la misma idea cada vez más fuerte.
TENEMOS QUE ARMARNOS, y sería muy
romántico decirlo y hacerlo solo con palabras, ármate de valor, ármate de tu
voz y haz que se escuche, reconozco que en los últimos años se ha encontrado la
apertura para éste tipo de movimientos, pero es en eventos de gran magnitud
donde éstos se hacen presente y encuentran una difusión viral, si no pregúntale
a Peña como le fue. Pero en las bajas y medias esferas de la sociedad, donde la
batalla que anteriormente mencioné, se lucha cuerpo a cuerpo y no a palabras,
cada vez se viene haciendo menos descabellada la idea de tener algo con que defenderte.
Encontraré muchos detractores en
mis ideas, inclusive yo mismo lo seré, porque gran parte de estas palabras, lo
tomarán como comentarios viscerales, pero en este momento realmente es lo que
son, es mi malestar, es mi decepción, es mi preocupación, es mi impotencia, es
mi tristeza, pero también son mis ganas, es mi coraje, es la actitud de no
agachar la cabeza nunca más, de no sentirme preso de cualquier cabrón venido a
más por cargar el calibre que sea en su cintura, no más, políticamente quieren
un cambio ? los verdaderos cambios en la historia de nuestro país siempre se
dieron con muchos muertos y una revolución de por medio, muy loca y
descabellada en este momento es la idea, pero conforme pasan el tiempo y los
días, el molestar de otras personas tan comunes y corrientes como yo , se
empezará sentir más fuerte, hasta que pase lo inevitable, que tengamos nuestro
CAMBIO, pero a costa de que ?, espero y
con todo el corazón en realidad espero no pagar un precio demasiado caro .
Comentarios