Haz escuchado mucho últimamente eso de: “Los tiempos de Dios son perfectos”? , normalmente vienen acompañado de una sobredosis de entusiasmo y falsas realidades, no son los actos los que hablan, son simplemente las ganas. Pero ello no quiere decir que esta frase tenga todo de verdad en ella. De hecho debido a esta sobredosis, a esta realidad alterna, a este limbo de idealización de la pareja tan ansiada y que parecía que jamás llegaría, tristemente tenemos tantos corazones rotos, tantas caras tristes, tanas miradas buscando respuestas en el piso, y “te amo’s” de papel que a la primer lágrima se deshacen. Para ello , y no como antídoto , mejor dicho como un “sedante para el corazón” tenemos la REGLA DE LOS 21 días , creada por William James (1842-1910), filósofo y psicólogo norteamericano fundador de la psicología funcional, ésta regla dice lo siguiente: “Tan sólo bastan 21 días, para crear o romper un hábito” Después de 3 semanas la acción repetida quedará inter
Que difícil es decir adiós, el dejar atrás los tiempos, los sueños, los planes, lo vivido, los olores, los besos, los abrazos , el cariño, dejar atrás un amor que hoy no está, y se vive añorando esa época que con ansias esperas a que vuelva, viviendo del recuerdo que ahora son puros huesos de aquello que era tan fuerte, y a su vez se hace presente en forma de hueco en el estómago, de un vacío en el pecho, en una mirada perdida, en un "te necesito" mirándote al espejo todas las mañanas. Ahí justo allí, es cuando todo pasa de triste a muy pesado, el tiempo se vuelve subjetivo, los minutos parecen días, y los días ya no lo son más, sin darte cuenta meses ya han pasado, y buscas diferentes salidas a la situación, y como bien decía mi abuelo: “Cada quien hace de su vida un chingado papalote mijito”, y en ese entendido, comienzas a vivir tu duelo de la mejor manera que crees está a tu alcance. Poco tiempo necesitas para darte cuenta que la primera opción, no era ni siquiera una